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= YY leros han de ir con roquete y se colocarán cerca y enfrente de la portería: tanto ésta como el claustro, deben estar adornados con flores y lu- ces lo mejor que se pueda. 384. En el momento que se abre la puerta reglar, las cantoras entonarán el siguiente: R). Veni, sponsa Christi, accipe coronam, quam tibi Dóminus praeparavit in aeternum: pro eujus amore sanguinem tuum fudisti. * Et cum Angelis in paradisum introisti. y). Veni, electa mea, et ponam in te thronum meum, quia concupivit Rex speciem tuam.—Et cum Angelis... Gloria Patri...—El cum Angelis... Sila que entra fuese viuda, entonces se canta el R). Veni, electa mea, et ponam in te thronum meum: * Quia concupivit Rex speciem tuam. v). Specie tua el pulchritudine tua intende, prós- pere procede, et regna.—Quia concupivit... Gloria Patri... —Quia concupivit... Al mismo tiempo el Sacerdote presenta la jo- ven á la Prelada, y ésta, tomándola de la mano, le hace arrodillar delante del Crucifijo. La que lo lleva, sin inclinarse, baja la sagrada Imagen, de modo que la aspirante pueda besarle los pies. Así permanece orando hasta que las cantoras llegan al asterisco del n).: entonces al cantar El cum Angelis, etc., la M. Abadesa toma otra vez de la mano á la joven, y las de la Cruz y can- deleros se vuelven y pasan á colocarse á la ca- beza de la procesión que, despacio, con gravedad y devoción se encamina al Coro. La M. Vicaria recibe en la portería el azafate con el santo há- bito, y la M. Abadesa llevando de la mano á la joven, cierran la procesión. Cuando se llega al Altar del Claustro donde se vuelve la esquina, la joven se volverá de cara á la portería y con el pañuelo les dará como el último adiós á los del mundo que la están mirando. Entonces cie- rran las torneras la portería, y el Sacerdote y acompañantes vuelven á la reja de la Iglesia. 385. Las religiosas, llegadas al Coro, se co- 22

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