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— 322— precepto ha sido declarado por la S. C. del Con- cilio y por la S. C. de Ritos, como precepto ex- tricto y riguroso. 342. Los que difieren la renovación de la Santísima Eucaristía más de un mes, según la común sentencia, no son inmunes del peligro de grave irreverencia para con el Santísimo Sa- cramento, principalmente cuando la Iglesia es húmeda. Es necesario, sin embargo, que las partículas que se han de consagrar, sean cada vez recientes, para evitar el peligro de tan gran- de irreverencia. nn CAPÍTULO III Del día de la bendición de las candelas y de la Misa cantada 343. Bendecidas las candelas conforme á las Rúbricas, al principiar el Celebrante la distribu- ción de las mismas, las cantoras cantan alter- nando la antífona Lumen ad revelationem, etcé- tera, como está al fin de las Constituciones. Las hermanas, con toda modestia y gravedad, reci- birán las candelas por la ventanilla del Comul- gatorio, arrodilladas y besando primero la vela y después la mano del Sacerdote. Han de llevar puestos los velos de comulgar y cubierto el ros- tro hasta la mitad de la nariz, como ya se dijo. Pasarán por orden, principiando la M. Abadesa. 344. Concluída la distribución, mientras el Sacerdote se lava las manos, las cantoras ento- nan y canta el Coro la antifona Exurge Dómine. etc., y luego que se ha repetido, el Sacerdote dice la oración Exaudi quesumus Dómine, elcé- tera, Contestado Amen por el Coro, el Sacerdote dice en alta voz: Procedamus in pace, y el Coro responde: ln nomine Christi. Amén. Con esto principia la procesión que por el