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a, A Vísperas según costumbre de la Iglesia se rezan antes de mediodía, la antífona final de la B. Vir- gen María se reza de pie. Del mismo modo se ha de rezar el Angelus, según Decreto de la Sa- grada Congregación de Indulgencias (20 de Ma- yo de 1896). Es de advertir también que el sába- do Santo al mediodía, no se reza Angelus, sino Regina Cceli (Benedicto XIV). 263. Cuando la antíifona final se dice de pie, deben estar así todas hasta que la oración se termine, porque la oración sigue el rito de la antífona. 264. La antífona final de la B. V. María se omite, cuando á continuación de alguna Hora canónica (aunque sea Nona) se celebra la Misa conventual, la que debe principiarse en cuanto se diga Fidelium anime, etc. Esto mismo debe entenderse aunque la Misa no sea conventual sino solemne. 265. La antífona final de la B. V. María se omite también, cuando á alguna Hora canónica (excepto Completas al fin de cuya Hora siempre se dice) sigue el Oficio de difuntos ó los siete salmos Penitenciales ó las Letanías de los San- tos, cuando se dicen de precepto de rúbrica, pero no de devoción. 266. La oración Sacrosanctee, que no es par- te del Oficio, se dice después de él, pero de rodi- llas. Sin embargo, por concesión de Pío IX, pue- de rezarse sin estar de rodillas por todos aque- llos que por enfermedad están impedidos de arrodillarse. A los que recen devotamente, se les perdona las culpas cometidas en el Oficio divino por la fragilidad humana. 267. La oración Sacrosancta debe rezarse por todas entera, con voz clara é inteligible y no por sólo la Hebdomadaria. El versículo Beata viscera, etc., y el responsorio El beata ubera, et- cótera, se dicen por el Coro y Hebdomadaria.

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