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89. La postración besando en tierra se ha de hacer con la mayor decencia y compostura que sea posible y sólo cuando la Comunidad está sola; de modo que en tiempo de Visita Pastoral ó cuando por cualquier ocasión entran Confeso- res, Médicos, elc., las hermanas, por modestia, eviten esta ceremonia. VII.—De la unión de las manos 90. Unense las manos á las palabras del Evangelio en el tercer nocturno, hasta A reliqua inclusive. Al Angelus de la mañana, mediodía y tarde. A la antífona Ne reminiscaris, que se dice al principio de la Letanía de los Santos: al De profundis, que se reza á la tarde en el Coro por los difuntos y durante el acto de la Sagrada Co- munión. 91. Se han de unir de tal manera, que se toquen las palmas de ambas manos y el dedo pulgar de la mano derecha forme cruz puesto. sobre el pulgar de la mano izquierda. Las ma- nos deben tenerse juntas y erguidas sobre el pecho, pero que no toquen la boca ni la cara. 92. Fuera de dichos actos, en cuento sea posible, las manos se han de tener dentro delas mangas ó entre el manto, según práctica de nuestra Religión, á no ser que estén ocupadas en golpear el pecho, tener el Breviario ó hacien- do alguna otra cosa perteneciente al Oficio. VI11.—De la extensión de los brazos 93. La extensión de los brazos con la que se representa delineada en nosotras la imagen de Cristo Crucificado y se recuerda la estigmatiza- ción de N. S. P. San Francisco, que por eso la usó siempre la Orden Seráfica, se hace después de la elevación del Cáliz en la Misa conventual: entonces todas las que están en el Coro, recen con los brazos en cruz cinco veces Pater nosler y Ave María,
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