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A A e, 23. Si alguna religiosa entra en el Coro des- pués de principiado el Oficio ó las Letanías, he- cha primero la acostumbrada postración, vaya á donde está la Superiora, bese el suelo, haga la inclinación al Santísimo Sacramento y á la Co- munidad y vaya á su lugar. 24. Pero las que, con permiso de la Superio- ra ó por algún oficio ó causa razonable llegan tarde ó deben salir, si al volver al Coro está allí todavía la Comunidad, harán solamente la pos- tración en medio del Coro y la inclinación á la Superiora. 25. Sial entrar alguna en el Coro las demás están profundamente inclinadas ó arrodilladas, y. gr., cuando se dice Gloria Patri, 6 Te ergo queesumus, etc., no pase adelante, sino que, de- teniéndose en la misma puerta, debe inclinarse 6 arrodillarse lo mismo que las otras, y termi- nado el verso se levantará y haciendo las debi- das reverencias irá á su lugar. 26. Nadie salga del Coro, ni pase de una á otra parte mientras se dice Gloria Patri, las úl- timas estrofas de los himnos, las oraciones, el principio del Evangelio ú Homilía y cuando la Comunidad está inclinada, ó cuando en la Misa se dice Ó se canta El incarnatus est en el Credo ó durante la Elevación. 97. Sientra la Superiora después de empe- zado el Oficio, hace la postración en medio del Coro y marcha á su lugar; pero al marchar, si es acto en que están todas sentadas, la saludan con media inclinación, á la que corresponde de la misma manera. Lo propio se hace cuando sale del Coro; pero procuren las Superioras no perturbar la Comunidad entrando y saliendo con demasiada facilidad. 11.—Del modo de estar en el Coro 28. Lo mismo en el Coro que en la Iglesia, se guarda silencio por ser la casa de Dios,