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«— 198= madura y de la misma Orden, el cual de tal mó- do le acompañará, que siempre pueda ver al Confesor y ser visto de él; pero si es secular no llevará compañero, sino que desde que el Con- fesor entra hasta que sale dela clausura, le acompañarán dos religiosas, las cuales, en el acto mismo de la Confesión, deberán ver al Con- fesor y á la penitente, poniéndose en punto don- de no puedan oir lo que estos dicen. Sagrada congregación de Obispos y Regulares, 13 Sep- tiembre 1583, 5 de Febrero 1627. (Analecta, vol. ll pag. 138), 21 de Marzo 1682». De modo que siendo el Confesor secular, es más conforme á los De- cretos de la S. Congregación el que entre solo que acompañado; y, aun siendo regular, hay una nota también en que dice que, si hay difi- cultad para hallar compañero, puede permitirse que entresolo. (S. Congregación, año 1843). 505. «El Confesor puede entrar en la clausu- ra en caso de necesidad, tanto para administrar á las enfermas los Sacramentos de Confesión, Comunión y Extremaunción, como para hacer la recomendación del alma á las moribundas. Ha de ir siempre revestido de sobrepelliz y esto- la. Sagrada Congregación de Ob. y Reg., Enero de 1714». (Nótese cuán conforme está esto último con las SS. Constituciones. Cap. XIX). 506. «El Confesor debe ir á la celda de la en- ferma y volver á salir de la clausura por el ca- mino recto, sin detenerse más de lo necesario ni desviarse á visitar otros departamentos de la casa, ni á otras enfermas á las que no deba ad- ministrar entonces los Sacramentos. (S. C. de Ob. y Reg., 13 Septiembre de 1583»). 507. «No puede comer cosa alguna dentro de la clausura. (S. C. de Ob. y Reg. 13 Septiembre de 1583; 7 de Mayo de 1590; Ferraris, I. C., n.73)». 508. Las escuchas de clausura han de ser muy atentas con sus Preladas, no las interrum- pan cuando hablan, no quieran enseñarles si algo no dicen bien y mucho menos se introduz-

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