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— 193— dice á las Torneras de la caridad para con los pobres, debe tenerlo muy presente la M. Abade- sa para vigilar cómo se cumple. Y adviertan las Torneras, que en estos y en los demás asuntos de su cargo, deben seguir el dictamen 6 instruc- ciones de sus Abadesas, para evitar todo abuso y todo error. 489. Las Torneras, según el cap. XIX de Ntras. SS. Constituciones, han de ser tres. La primera y segunda, del número de las Discretas; la tercera puede serlo sin ser Discreta, pero de- be tener condiciones semejantes á las que lo son. Las obligaciones de la primera, pueden en parte deducirlas de lo hasta aquí notado. Es la que habla en el torno, la que manda y gobierna, no sólo á sus compañeras, sí que también 4 los sirvientes de fuera, observando si tienen orden, religiosidad, limpieza, etc.; pero en lo que más ha de mostrar su celo y amor de Dios, es en las cosas que pertenecen al Divino culto. Tiene que ser la coadjutora de la Sacristana para que todo vaya como es debido. Haga que las sirvientas barran la Iglesia todos los sábados y vísperas de las fiestas, cubriendo los altares y sacudien- do después muy bien el polvo; enséñenles á te- ner muy limpias las lámparas y á que las adere- cen por lo menos después de mediodía, á la no- che á última hora y en cuanto se levanten por la mañana. La Tornera debe mirar muchas ve- cesá la Iglesia, á ver si está limpia y si han puesto las cosas como lo encarga la Sacristana; si no, para reprenderles y enseñarles. Sobre to- do, procure que el Sacristán sea muy limpio, que quite todos los días el polvo, no sólo de los altares, sino de las barandillas, bancos, confe- sonarios, etc. Debe también enterarse la Torne- ra de las velas que cada día se encienden en la Misa Conventual y Otras funciones, para cuidar lo haga bien el Sacristán y no perdone trabajo, cuidado ni diligencia para que todo lo que per- lenece á la Iglesia esté y se haga como corres- 13