BCCPAM00R02b-5-22000000000000
— 191 — todos los recados y encargos que les dan, pues de lo contrario originarán quejas, mortificacio- nes, trastorno en las labores y muchas faltas de silencio. 485. Procuren que del torno no proceda nun- ca ninguna turbación por pequeña que sea, y para esto conviene que las Torneras no se mez - clen en oficios ajenos; por ejemplo, no se cui- den que si la enfermera encarga tanto de esto y tanto del otro para tan pocas enfermas; que si la Provisora lleva mal gobierno, etc. Cumplan su obligación de traer lo que se les dice y déjense de lo demás. Unicamente, si vieran que alguna cosa sale muy cara, Ó si tienen motivos para sospechar que la Superiora no debe estar bien enterada de algo, entonces lo comunicarán á la misma Superiora para que lo remedie; pero de ningún modo á las oficialas, porque pueden cau- sar malos efectos y hasta podría parecer que las Torneras lo quieren gobernar todo. 486. No ponga á los seglares al corriente de las cosas del Convento, y todo lo que les refiera sean cosas de edificación. De cualquiera religio- sa que le pregunten, conteste encareciendo sus virtudes, pues de todas tendrá algo bueno que decir, y esto produce muy buenos efectos. En el Convento no cuente tampoco nuevas de lo que pasa en el mundo, miren que en esto serán muy responsables las Torneras si por su culpa hay distracciones, conversaciones, tentaciones, etc. Aunque parezcan cosas de edificación, cuénten- las primero á la Superiora y así acerterán mejor. 487. Entre las prendas más recomendables de una Tornera, se ha de contar la caridad y conmiseración piadosa para com los pobres de Jesucristo. No despida á ninguno sin remedio y sin consuelo, por lo menos de compasivas pa- labras, cuando no pueda otra cosa. Con este ejercicio de caridad se han hecho ricas de mere- cimientos muchas Torneras santas, que miran- do á Cristo en sus pobres, le sirvieron á El en
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz