BCCPAM00R02b-5-22000000000000
= 188— primera con reverencia y diligencia á la vez, preparará el ornamento y todo lo que necesita para la Iglesia según el día ó festividad que sea; pondrá en su lugar los Cálices, ornamentos etc. y en tenerlo todo bien compuesto y arreglado, las dos se irán á la sala de labor, donde pueden ocuparse en las cosas que para la Sacristía nece- siten. CAPÍTULO IX Torneras 476. Entre los domésticos empleos y oficios de una casa religiosa, tiene su primer lugar el de Tornera del Convento, porque de su pruden- cia, celo, agrado y santa conversación pende la quietud y buen orden de la Comunidad, el crédi- to del Convento, la edificación de los seglares, y por consiguiente la devoción y afecto á las reli- giosas; pues encontrando en el torno una reli- giosa imprudente, desatenta y poco mortificada, juzgan que las demás tienen estos mismos de- fectos. Por lo cual las Preladas procuren desti- nar para este importante oficio, las religiosas que reunan mejores condiciones para desempe- ñnarlo. Vigilen sobre los defectos que hubiere en este particular y sin respeto humano quiten las llaves á la que no cumpla con su obligación. Esto supuesto, debe la que tiene este oficio revestirse de una gran paciencia, que es la prenda más ne- cesaria para este ministerio; y si tiene con soli- dez esta apreciable virtud, tendrá todas las demás. 477. El primer cuidado de la Tornera ha de ser acudir con toda puntualidad al oir que lla- man, por muchos casos que pueden suceder en que importa acudir con presteza. : : En abriendo el torno, con voz religiosa y de-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz