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a 187 = drá agua nueva, y para el domingo tendrá pre- parado el cántaro que se ha de sacar á bendecir. 471. Es también de su cargo encender las velas en el altar del Coro, cuando se reza el santo Rosario y se hacen las novenas de Comunidad. En el Oficio divino, se encienden dos velas á Vís- peras, en todos los días que se reza de 1.* y 2." clase y cuando se reza de algún misterio de Ntro. Señor, de la Virgen Santísima y de los San- tos Angeles: en todos los Santos y Beatos de la Orden Capuchina y en otros que son de especial devoción de la Comunidad, como Sta. Maria Mag- dalena, la Conversión de San Pablo, San Ro- que, etc. Además en todos los sábados y domin- gos del año. En las solemnidades en que oficia la M. Abadesa y en las que hay cuatro Acólitas, se encienden cuatro velas. 472. Cuando apaga las velas, nunca las deje humeando, pues además del mal olor y de poner denegrido el altar, efigies, cuadros y cuanto ha- llan inmediato, se sigue que, consumiéndose el pabilo hasta la cera, después no se puede encen- der sin mucho trabajo. 473. La primera sacristana (que en cuanto sea posible debe ser una de las Discretas) ha de tener una compañera más joven, que se llamará segunda Sacristana y estará en un todo á las ór- denes de la primera. La campana la tocarán á semanas, excepto los toques que deben hacer las hermanas legas y algunos que correrán por cuenta del Noviciado, según disponga la Madre Abadesa. 474. Ala segunda Sacristana corresponden los oficios más humildes, como quitar polvos, fregar suelos, arreglarlas luces, encender y apa- gar las ve'as en el Oficio divino, etc., etc. 475. Lo primero que deben hacer las dos cuando entran en su oficina, es rezar el Ave Ma- ría y lavarse las manos. Luego la segunda qui- tará los polvos de las mesas, lavará las vinajeras, recogerá los desperdicios de la cera, etc. y la