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— 179— CAPÍTULO VII Provisora 438. El alivio y consuelo de una pobre Co- munidad en lo temporal consiste en la expedi- ción, fidelidad, prudencia y principalmente en la caridad de la Provisora. A este fin la ha puesto Dios, por medio de la santa obediencia, en se- mejante oficina, constituyéndola sierva fiel y prudente sobre su familia. Por lo cual es necesa- rio que no rehuse el trabajo, ni perdone diligen- cia en beneficio de las pobres de Cristo, que le fueron encomendadas, dispensándoles las cosas comestibles con justicia, caridad, discreción y prudencia, considerando queno sirve á cristuras mortales, sino al mismo Jesucristo. Debe poner gran cuidado en que las cosas que se guisan estén bien condimentadas y sabrosas, de suerte que las puedan comer las religiosas y se aprove- chen, pues con este fin las dan los devotosy bienhechores: y no haciéndolo así, á más de obrar contra la santa pobreza, obra también con- tra la intención de los donantes. 449. Es también de su obligación poner al- gunas salsas á su tiempo, como de tomate, pe- rejil y agraz, para que las pobres ancianas, dé- biles y desganadas, puedan con este alivio co- mer alguna cosa; siendo este un modo religioso de suplir los defectos que pueda tener la cocine- ra en componer la comida, Acuérdese que la re- ligiosa no tiene otra cosa que lo que le ponen en el refectorio, y si esto no lo come por estar mal condimentado, queda inhábil para llevar las car- gas de la Religión, 6 se expone á perder la salud y aun la paz. Ni debe medir á su gusto el de la Comunidad, ni creer que cualquiera cosa basta; puesá las que son muy dadas á la oración y ocupaciones quietas, no puede darse únicamen- le cosas que sólo pueden fácilmente digerir las
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