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a a o im 154 —e congregaciones religiosas, por laudables que sean; pues, como se dijo, cada Religión posee en su seno cuanto es necesario para conservar el espíritu de su institución, y toda novedad per- turba el conjunto de cosas que forman y conser- van en las religiosas el espíritu de la Orden. 379. En todos los Noviciados instrúyase muy bien á las Coristas en las ceremonias y mo- do de cantar bien el Oficio Divino, para que se acostumbren desde el principio á respetar y observar cuanto en estos y otros asuntos pres- cribe la Santa Iglesia: y para que en medio de su pobreza puedan dar el esplendor posible á sus funciones, deben aprender el canto Gregoriano y otros cánticos devotos. Eviten sin embargo las Superioras todo abuso en materia de música, y no permitan los Armo- niums en el Oficio Divino, sino sólo en las Misas y funciones solemnes que haya durante el año. Para estudiar el canto, si les dan alguno de limosna, lo podrán tener en alguna habitación retirada dentro del Convento. 380. Las Maestras procuren también en cuanto sea posible, instruir á las Novicias Coris- tas en todas las labores propias de las Oficinas, como cortar, coser á mano y á máquina, rizar, hacer flores, pasamanería, etc., etc. 381. Alas Novicias legas, además de guisar y hacer bien la cocina, deben enseñarles á coser, planchar, lavar, cuidar las enfermas previnien- do sus necesidades etc. Enséñenles á esmerarse en la urbanidad de palabras, y en el modo de co- mer y de obrar, evitando groserías por reveren- cia al santo hábito. Art. 4.”—De las aspirantes y Novicias en particular 382. Siendo tantos los inconvenientes que en estos calamitosos tiempos resultan, ó po- drían resultar, de celebrar con tan pública so- lemnidad los entráticos, sin haber precedido an-