BCCPAM00R02b-5-22000000000000
— 114— ben en las labores, ni se impidan el recogimiento. Cuando tengan que preparar alguna labor de importancia en la que sea necesario hablar, la Prelada podrá permitir que lo hagan en otro lu- gar para no interrumpir el silencio; pero cuando sea solo algunas palabras, es preferible que las hablen en la misma sala para que no falten á tan precioso acto de Comunidad. En tales casos dí- ganlo todo en voz muy baja y eviten en cuanto sea posible el estorbar ó distraer á las demás. 290. Porla tarde, á las cuatro, después de rezada el Ave María, la joven que esiá de semana para leer, puesta en pie é inclinándose, dirá á la mayor—Benedicite—y luego leerá sentada. Cuan- do dan las cuatro y media, la que preside dirá: Dios se lo pague, y la lectora de pie y con la in- clinación acostumbrada, Sea por amor de Dios. 291. Para salir y entrar particularmente en la sala de labor, se guardan ceremonias seme- jantes á las del Coro y refectorio. Hay que arro- dillarse delante de la Prelada Ó M. Vicaria y de- cirle Benedicite Madre para salir á esto ó aque- lO... y besando en tierra saldrán haciendo genuflexión en el altar. Del mismo modo las que llegan tarde (si no son Madres antiguas ó de las que tienen oficinas) se arrodillan y dicen en voz baja: Benedicite Madre, he estado ocupada en tal ó cual cosa. Si no están las Superioras, sólo se hace inclinación de cabeza á la mayor. 392. Si estando en la sala llaman con la teja á la Sacristana, Escuchas, etc., las tales oficia- las no tienen que pedir licencia para salir por- que las llama su obligación y basta que desde sú puesto estando en pie, hagan inclinación á la mayor y salgan, haciendo la reverencia en el altar como se ha dicho. 393. Cuando entran y salen las Madres Aba- desa ó Vicaria todas se ponen en pie hasta que se hayan sentado ó hayan salido. Todas en ge- neral para entrar ó salir (no cuando entran en Comunidad), han de decir; Sea alabado Nuestro
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz