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STE E — 112— capaz con tantas divisiones cuantas son las reli. giosas, señaladas cada división con las iniciales ó número de cada una, para que la repera fácil- mente encuentre lo que busca. En el mismo ar- mario habrá un lugar para las telas nuevas, otro para los lienzos del lavatorio común, un repuesto de pañuelos para cuando no le basten á alguna los que tiene á su uso, y unos cajoncitos para los hilos, trenzaderas, etc., etc. De manera que esta segunda ropería, puede estar en cualquiera sala ó corredor donde el armario pueda colocarse sin estorbo. Tendrá su llave que guardará la ropera. 285. Cada religiosa ha de tener las tocas, vendas y demás paños, en el número necesario y conveniente para que siempre vayan muy lim- pias y aseadas, aunque sin exageración ni vani- dad. De esta provisión, no cuida cada una, sino solo la ropera deacuerdo con la Superiora. A ca- da religiosa se le ponen en la celda los sábados, las tocas y demás que necesita, sin cuidarse co- mo dicen las SS. Constituciones (cap. 111.) si es viejo Ó nuevo; y si alguna cosa más les hace falta, para pedírsela á la ropera, necesitan li- cencia. : CAPÍTULO VII Sala de labor 286. Así como los religiosos acostumbran tener en los refectorios algunos actos de Comu- nidad de los más respetables, como reuniones capitulares, conferencias etc., etc.; así entre las religiosas se suele hacer esto en la sala que lla- mamos de labor ó capitular, porque para ambas cosas sirve. Debe ser por lo tanto una habitación muy apaz, con buena luz y que reuna condiciones higiénicas, porque es donde con más frecuencia

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