BCCPAM00R02b-5-22000000000000
AS INR MI iia E MEE — 110— conciencia consultar al médico, sobre las medi- das que han de tomar para impedir la infección en el convento ó en las que asisten á las enfer- mas. Los lienzos se han de quemar ó desinfec- tar por los procedimientos que indique el médi- co, y en la misma forma debe desinfectarse el aposento. Lo mismo debe entenderse de las ro- pas que han servido á enfermas de enfermedad contagiosa y cuyo uso podría ser nocivo á la sa- Jud de otras. Para tener una regla general en es- tas delicadas materias, guárdense Jas Superio- ras y enfermeras de los dos extremos de precau- ciones excesivas Ó de falta de ellas, y sigan el dictamen de los médicos serios y timoratos. CAPÍTULO VI Roperías Art. 1."—Ropería del sayal 278. La pobreza sin la limpieza es vicio y no virtud, en las personas destinadas ú vivir en Co- munidad, y el verdadero adorno de las pobres voluntarias por amor de Dios, es el aseo, modes- tía y cuidado sin exageración, en sus vestidos y en cuanto usan. Aunque la religiosa no debe te- ner muchos hábitos y otros vestidos á su uso particular, con todo, la higiene, buena educa- ción y hasta la salud exigen que las ropas inte- riores nunca sirvan á otras que á aquellas -que ordinariamente las usan, y que los hábitos se destinen á religiosas determinadas; por lo que cada prenda ha de estar marcada con las inicia- les 6 número de la que la usa. 279. La ropería ha de tener sus armarios 6 estantes capaces, no sólo para los objetos desti- nados á toda la Comunidad, sino también tantas divisiones cuantas religiosas pueda haber en
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz