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— 109 — nas sillas ordinarias. Ha de haber también algún devoto cuadro de María Santísima, San José, los Seráficos Padres, el Crucifijo, pila de agua ben- dita y cuanto sea necesario. 275. Cada enfermería debe tener en cuanto sea posible su capilla y además una pequeña sala con su botiquín arreglado de tal modo que nunca haya peligro de confundir un remedio por otro; para esto todos los vasos y botellas tengan su rótulo correspondiente. Las sábanas y otros lienzos de la enfermería, deben estar destinados al exclusivo uso de las enfermas y guardarse en un armario aparte, dentro de la sala del boti- quín ó en otro lugar fuera de la ropería común. Para la comodidad de las enfermas ha de haber en la enfermería algunos hábitos muy delgados hechos de ropa de túnica ú otra semejante, para que las que están en cama puedan evitar el dis- gusto de estar sin hábito y la incomodidad de llevarlo grueso. También han de tener unas toa- llas grandes limpísimas para extenderlas sobre el pecho y cama de las enfermas, en las ocasio- nes en que reciben el Santísimo Viático ó la Sa- grada Comunión. 276. Desde que una enferma ha de recibir el Santísimo Viático, se forma en su celda un altar- cito con una hermosa imagen de María Santísi- ma, bien adornada con flores y velas, para que con su vista la enferma se consuele y fortifique durante la gravedad de su dolencia y mucho más en los postreros momentos, si Dios la llama á mejor vida. Obsérvese también la santa y anti- gua costumbre dé nuestra Orden, de adornar el aposento y cama de la enferma que ha de reci- bir el Santo Viático ó la Comunión, con flores y hierbas aromáticas, esparciendo algunas por el corredor ó tránsito, y esto, ya por reverencia al Divino Huésped, ya también para purificar el aire y aposento de la enferma. 277. ¡Tratándose de alguna enfermedad con- tagiosa, la M, Abadesa y la enfermera deben en

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