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fura d¿l m anjar. que pa’nece que cn vkndole í'c haze la boca agu a, ayudan para la emprcfarpero a la abftitien-= cia codü rcpagna :y afsi la Canta Efcritura, no folodá por razó dcl pecado dtEua, la perfuafion dc la ferpien- te, fino la hermofura del ár­ b o l, y la dulzura que pare­ cía tener la fruta: pero 2ha'^ zer abftinencía no auia cofa 2-70 Lib. 11 L Delas prerogatina’s que Icíncitalfc: y «fsi cóm o m edio mas conuiníente ,ef- cogioel demonio pcrfuadir Jeque com ieífe la frota v e ­ dada. L ootro com o losp re ceptos poísitiuos no corren D ize lo tercero, q«c no auia iicccfsidad de ponerle precepto de com er; lo vi^ porque la mifma naturaleza inclina a Vn hom bri admirar poi laconfcruacion fuya;jr la razón natural le díEa^qué es pecado mortal descarfc morir de ham bre: y lo otro por la^ mifma razón podia ponerle precepto de beuer, Tám bíeo coníideró mal ef- to.¿y fuera razonquc adair- tiera queno le mandó D ios que conHÍefle afecasyfino q comicflfi de todos los arbo­ lea del pacay ib.'porque ver­ daderamente tengo por fm fiempre /fuera de propofito duda, que cada vno tenia f» era perfuadír al hom bre que virtud particular,ordenada no los cum plieffe,com o lo feria tetar a vn hombre que no lím ofna, ho auíendo quié fe la pida, y que no ayu ne quando no corre el pre­ cepto. Y fidixeífealgunoq cfperara aefto:refpondo,Io vnoj qne por ventura ya el hombre tuoierahijos,y Icfa liera fu intento en vano;y lo otro, que como el demonio auia de intentar todos los m edios que pudieífc,nopo- día por entonces empren* der otro me jor que efte:por que com o el precepto nega tiuo obliga ficmpreidefde cl primer punto que le pufo D ios, podiael hombre que- braacatle. para la confcruacion de quel dichofo eftado,ynoerft trabajofo aquel precepto» cotno el dize:porque no le m andauaDios queettuuicf fe fiempre com iendo de to­ dos ,ni qüe cada dia los ga- ftaíTe todos, fino que confor me a la dirección de la cica cía^y conocim iento particu­ lar que le daua »afsi fe hu- uicíTe en el vfo dellos: com o quando entendía que el hú­ mido radical fe le conüi- m ia, entonces corría pre­ cepto dc com er dcl árbol de la vida, porque de otra fuerce no pudiera confer­ uar la felicidad de^quel di- chofo «(lado. Y efto fue* u