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tons ce pe Y creemos que no habraé quien descorra el velo del misterio, mientras no aparezca algtin documento fehaciente, porque es- tas cuestiones histéricas no se solucionan de otro modo. En 1614 era Parroco de Villatuerta D. Martin L6épez de Baquedano quien tenia a sus 6rdenes para el servicio y desen- volvimiento de la Parroquia seis presbiteros beneficiados. Estos sefiores, con lo mas selecto de la poblacidén, hicieron una informacién juramentada, que todos subscribieron, en la que declaraban que desde tiempos remotos habia estado la- tente en la Villa la creencia de que S. Veremundo habia na- cido y se habia criado en ella. Naci6 el ilustre Abad en 1020, y es cosa fuera de duda que sus ascendientes entroncaban con la nobleza de este an- tiguo reino de Navarra. Los Jaureguizar, los Hermosos de Mendoza y los Ramirez de Arellano, todos nobles e hidalgos, se glorian ser descendientes del esclarecido Santo. 3.° Es caracteristica la devocién que le profesa la Villa desde los tiempos mas antiguos. Nada decimos del entusias- mo con que celebra sus festividades. Reconocido es en toda la merindad de Estella, de la que acuden el 8 de Marzo ydo- mingo infraoctava a rendir homenaje de veneracién al glorio- so Santo. Todos los dias del afio implora su proteccién con el rezo del Padre nuestro que se agrega al Smo. Rosario. El primer domingo de todos los meses en su propio altar se ce- lebra y canta el Stmo. Sacrificio de la Misa y se adora la San- tisima Reliquia. Un novenario de misas cantadas inaugura su entrada en la Villa al empezar el quinquenio de su permanen- cia en la misma, sin contar las que, encargadas por los fieles, se celebran durante el ajio. 4.° Siendo Obispo de Pamplona el Ilmo. Sr. D. Juan Queipo Llanos y Parroco de esta Villa D. Miguel Muez y Mendoza en el afio 1640, se orden6 a éste en un auto de visi-