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«< 6.° Con la gloriosa epopeya del 2 de Mayo dié princi- pio lo que Ilamamos guerra de la independencia contra el ejército francés invasor de nuestro territorio. Napoleén, aquel genio de ambicién Que en su delirio profundo Cantando guerra hizo al mundo Sepulcro de su nacién, (1) Aspiré a hacer de Espafia una provincia de Francia. Sus soldados se diseminaron por la peninsula dejando en su paso un reguero de atropellos y calamidades, de robos y de in- cendios. El pueblo espajiol, como si fuera un solo hombre, se le- vanto sin distincién de clases, edades, ni sexos, 4 luchar con- tra el invasor, empleando todos los medios, licitos o veda- dos, para matar franceses. Si en otras partes Napoleén no tu- vo mas que combatir contra el ejército, aqui se encontré por enemigo al Pueblo, y esto es lo que explica la tenacidad de la lucha y su resultado satisfactorio. En 1813 terminé la contienda; muchos fueron los que su- cumbieron; pero del Ejército Napoledénico fueron tantos que como canta el citado poeta: al «suelo le falt6 tierra para cubrir tanta tumba>. No hay por que detallar lo que ocurrié entonces en todos los pueblos de Espajfia. Todos escribieron en su historia pagi- nas brillantes, por su denuedo, por su valor, por su amor a la Patria y por el entusiasmo con que se lanzaban a la lucha. Por lo que respecto a Villatuerta, aun se descubren sepultu- ras con restos humanos en sus campos, en sus calles abiertas sin duda en aquella gloriosa epopeya de Espafia de la que to- davia no se ha encontrado un Homero que la cante como me- rece su excepcional grandeza. (1) El poeta Bernardo Lopez.