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nae sostener con perjuicio y menoscabo del erario publico. Por este motivo no era del agrado de todos los navarros. Habiale dejado su padre D. Fernando los estados de Castilla al tiem- po de su fallecimiento, estados que el rey de Aragén habia invadido, por lo que D. Juan le declaré la guerra en 1450. El pais aunque no veia con buenos ojos tanto derroche de la ha- cienda ptiblica, le ayudaba en esta ocasién con la esperanza de anexionar al Reino los estados de Castilla, si D. Juan sa- lia victorioso en la demanda. Los Castellanos se apresuraron con denuedo al lado de su rey, y, esparcidos por la region Navarra, llevaron a cabo grandes destrozos en los pueblos. Villatuerta quiz4 fué uno de los que mds experimentaron los estragos de esta guerra. Los Castelianos invadieron con feroz empuje a la Villa, des- truyendo, talando é incendiando cuanto encontraban a su paso. El vecindario, impotente para la resistencia, estaba aterrori- zado ante tamafios acontecimientos, y unos huyeron de su propio solar, buscando la seguridad en otros puntos, otros sucumbieron victimas del incendio y de las armas con lo que la Villa qued6 mermada en el censo de su poblacién, en tanto grado, que de 80 vecinos que 4 la sazén contaba sdlo 23 so- brevieron ala catdstrofe. Debié ser tan doloroso el espec- taculo que ofrecia la Poblacién, que algunos afios después en 1487 D. Juan Labrit y su esposa Dofia Catalina, 4 la sazon ocupantes del trono, redujeron las pechas de Villatuerta por espacio de 50 afios 4 120 robos de trigo, 60 de cebada y cin- co florines en atencién 4 lo que queda expuesto. Esta conce- sién se cumplié durante los dichos cincuenta afios; pero pasa- do este plazo el rey D. Felipe de Espafia, gobernador de Na- varra, did en 1545 un mandato para que los vecinos de Villa- tuerta subieran la pecha 4 cuatrocientos robos de trigo, dos- cientos de avena por lo que debian al rey.