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os SE at sostenia, mermaba notablemente el erario ptiblico.. Los que es- taban al lado de D. Gastén y se preciaban de amigos suyos eran los llamados Beamonteses (1) quienes, con protexto del derecho que le asistia, prometian hacer guerra a sus con- trarios los Agramonteses que apoyaban al rey Juan II. No tardé esta en estallar con el beneplacito de la mayor parte del reino poco contento con D. Juan, a quien consideraron siempre como a un rey funesto por su caracter turbulento y por los enormes dispendios que acarreaba al erario ptblico por las continuas luchas y guerras que sostenia. D. Gastén y los suyos se extendieron por una gran parte del reino, conquistando no pocas plazas y poblaciones hasta llegar a sitiar a Pamplona que no pudieron dominar, porque sabeedor su suegro del avance del conde, vino de Catalufia, donde se hallaba en guerra, a poner un dique, lo que obligé al conde a retirarse. En esta ocasién Estella tuvo que defen- der su plaza contra los Agramonteses, y entonces se hizo cé- lebre por su tenaz resistencia y defensa del Castillo de aque- lla ciudad D. Juan Ferrandiz de Baquedano adicto al Conde. Sabedor este del heroismo desplegado por Baquedano le hizo muchas mercedes entre ellas la de hacerle sefior y darle en propiedad el pueblo de Villatuerta. jPero cudn grande es la inconstancia de la amistad hu- mana!. Baquedano no se conservé fiel al Gobernador D. Gas- t6n, antes por el contrario, y sin que podamos sefialur los motivos. se incliné al lado de los Agramonteses, enemigos del Conde y se declur6é en abierta rebelién contra este, por lo que D. Gastén mandé incoar proceso y siendo la sentencia desfaborable a Baquedano, el Gobernador le retiré las mer- Ui iin Ns ain acne an in nonin nonin weinmen-teneepenepsnstenAbnsaranotionenons oo ea. senna a SRR | 7: (1) Beamonteses y Agramontores eran dos partidos pudientes del } reino que aspiraban al gobierno del mismo, y que con perpetuas disensio- nes fueron causa de grandes males en Navarra.