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CAPITULO II Diversos sefiorios de Viilatuerta. 1.° Magnificencia de los reyes.—2.° Compra de Villatuerta por Felipe Ill de Navarra.—3.° Donacida de Carlos Ill.— 4,° Oira de Carlos IlI—5.° La pecha «Torta y Carabido».— 6.° Un censo perpetuo.—7.° Donacién del Conde de Fox.— 8.° Anexién definitiva al patrimonio real.—9.° Conse- cuencias de estos cambios. 1.°. Siempre ha sido prerrogativa de los monarcas otor- gar sus regias bondades a aquellos vasallos que por fidelidad a sus reales personas, 0 por servicios prestados ala corona, 0 por algtin hecho brillante de armas se hicieron acreedores a ellas. Por estq daban ejecutorias de hidalguia y nobleza, les cedian el sefiorio o propiedad de algunos pueblos o villas, sus pachos y emolumentos, todo lo cual era para los favore- cidos el timbre mas glorioso, el mas ilustre blasén que trans- mitian’a sus descendientes como la mas rica joya, y consti- tuia para las referidas familias, asi distinguidas por los monarcas, un motivo de justo orgullo; porque significaba, a mas de la distincién regia, una prueba de su fidelidad al Rey y relevantes servicios prestados a la corona. Villatuerta en el transcurso de la historia, ya en su totalidad. ya en su _ parte, ha pasado de unas manos a otras en virtud de disposiciones regias como a continuacién veremos, y esto es lo que motiva el presente capitulo. 2.° Por una de estas concesiones fué otorgada la villa a D. Juan Sénchiz de Medrano de quien la hered6 su_ hijo D.