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de San Miguel,—hoy ermita del mismo nombre de que habla- remos después,—que existia antes del siglo décimo. Otro es el que nos ofrece la fecha del nacimiento del insigne San Ve- remundo que fué el afio 1020. Y los que creemos que nacié en Villatuerta, deducimos con fundamento la existencia de esta villa mucho antes del referido afio. Pero por otros datos que tenemos se puede conjeturar mas antigiiedad que la que hasta el presente le hemos dado. En el campo de Villatuerta se encontré una lapida sepulcral, finamente tallada. con grabados alegéricos, y que lleva esta inscripcién: Octavia, Prudentis filia annorun XXX. (1). De donde puede colegirse que esta villa existia ya en los tiempos del Romano Imperio, anteriores, 0 al menos contem- pordneos, al aparecimiento del cristianismo. 3.° Es punto también dificil de resolver la cifra a que alcanz6 la poblacién en los tiempos remotos de su historia. Las vicisitudes porque han atravesado los pueblos de Nava- tra, sobre todo en los periodos de las guerras que el reino ha _ Sostenido con los enemigos de su territorio, produjeron una oscilacién notable en el vecindario de los mismos. Existe una tradicién en la localidad de que la feligresia - se extendia desde la Ermita de S. Miguel, antigua parroquia como después diremos, hasta el lugar que ocupa en la actua- lidad. De ser cierta esta tradicién se comprende que el nt- mero de habitantes seria en la antigiiedad mucho mayor que al presente. Cierto que no hay documento que apoye esta creencia ni han quedado ruinas que con su mudo, pero elo- cuente lenguaje nos demuestren esa extensién de la Villa, si bien esto no debe extrafiar, pues un lapso de diez siglos que (1) Dicha piedra fué propiedad del vecino D. José Sanz de Galdeano; después pasé a ser del Sr. Conde de Guenduldin; hoy esta en el museo de Pamplona.