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CAPITULO XVII Religiosidad de Villatuerta 1.° La Religion fuente de moralidad.—2.° Desgraciados los pue- blos que de ella carecen.—3.° La religién en Villatuerta,— 4.° Una estadistica consoladora.—5,° Un pueblo levitico. 1.°. Al hablar de la Religién de un pueblo, no nos refe- rimos 4 la que excluye el elemento sobrenatural, y proclama la suficiencia de una Religién 4 lo natural, 6 moral sin Dios, que se funda tinicamente en los preceptos naturales y honra- dez social de los individuos y de los pueblos. La experiencia y la situacién del hombre sobre la tierra, después del a herida abierta en nuestra naturaleza por el pecado paradisiaco, con- vence de que para llegar el ser humano 4 la perfeccién debida y al exacto cumplimiento de sus deberes religioso-sociales, no basta una religién natural, es necesaria la Religién sobrenatu- ral instituida por nuestro Sefior Jesucristo y obligatoria 4 to- dos para conseguir el perfeccionamiento moral y sus destinos de ultratumba. 2.° Los pueblos que de ella carecen demuestran la ver- dad y afirmacién que acabamos de hacer. No hay més que examinar la situacién de esos pueblos, observar cémo viven en orden 4 las relaciones que tienen con Dios y con sus se- mejantes, para convencerse que estan muy lejos de ser enti- dades que puedan proponerse como modelo de buen vivir. Donde no hay Religién, Dios no tiene altar, y donde Dios no tiene altar, tampoco existe para el prdéjimo el respeto y amor, porque ambos ideales, Dios y el hombre, son dos amores que se identifican en su origen que es Dios. Los pueblos que yacen