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= fondos primiciales se diera al escultor los 292 ducados, ya dichos. Ocurria ésto en el afio 1612, y desde dicha fecha quedé instalado en la Ermita de S. Miguel el retablo en cuestién; pero en el transcurso de los siglos se cumplié lo que el sefior Visitador habia consignado en el auto arriba citado. Las aves entraban por la ventana de la solitaria Ermita yen varias ocasiones era también forzada su puerta para refugiarse en ella los vagabundos durante la noche con peli- gro de un robo o un incendio. La Imagen sagrada del Santo Cristo que fué la que mas sufrié con las inmundicias de las aves y la accién del tiempo, habia quedado completamente desfigurada, tenia ya uno de los brazos desprendido del sa- grado cuerpo y en tan lastimoso estado que apenaba verla, estando 4 punto de inutilizarse escultura tan preciosa. Por las razones dichas, con la debida autorizacién dela Superioridad Eclesidstica, se trasladé, después de retocarla, 4 la Iglesia parroquial, y se instalé en el lugar antes dicho y en el hermoso retablo que al efecto se construyé y en el que se colocé el grupo del calvario, dejando en la sacristia de la Parroquia, para su custodia, los dos medallones anteriormne- te mencionados. En dicho retablo recibe el culto que los fieles le rinden con gran veneracién, alumbraéndole una l4mpara permanente alimentada por la piedad de los vecinos. Por el lugar de don- de se trajo se le denomina con el nombre del «Santo Cristo de San Miguel». Ante tan artistica y venerada Imagen se hace un solem- nisimo novenario al que acude, con el fervor que le caracte- riza en todo lo referente al culto, el pueblo de Villatuerta que en su devocién a tan Sagrada Imagen recurre a El en sus ne- cesidades 4 suplicar el remedio oportuno. oe nicnndicsili mines a nl ii ics atic ah tae A