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A 74 Colorin Colorado 7 —{Baldomera! —ZQué quieres?—contesté ésta temblando. ‘ —La noguera hay que zurriarla pronto porque las nueces estan ya en sazon. —Esta bien. ; ~Mafiana mismo hay que zurriarla. Y td has de venir con- i migo. : ; —Esta bien; iré, pues, contigo a zurriar la noguera, si i Dios quiere. ~—zCéomo “si Dios quiere”? —,Claro! —Pues jclaro que “claro”! zComo vamos a zurriar la no- guera, si no quiere Dios? ~—Pues quiera Dios que no quiera, s@ zurriaré la noguera, zentiendes? —Pues yo te digo que la nOguera no se zurriara si no quiere Dios. zNo eres cristiano? zNo sabes que, sin la ayuda de Dios, no podemos hacer nada? Se le subid entonces en un momento el gato a la parra al tio Blas y exclamé a gritos: ~—jPues yo te digo que se zurriara la noguera y la Baidomera! ’ ' ¥ abalanzandose sobre su mujer, empezé a golpearla bru- ; talmente. Y mientras le golpeaba, le decia: —zSe zurria 0 no se zurria? En fin, que la dejé baldada a la pobre. Pues aun tuvo pecho bastante para decirle por la mafiana del dia siguiente, después de coger sus aparejos: ~—jHala! ;¥a estamos picando hacia el nogal los dos! Llegaron; tomé una vara larga el tio Blas y, después de atarse la bota a la cintura, subié hasta la copa del -arbol, y — a golpearlo, cantando al mismo tiempo: Que quiera Dios, que no quiera, se zurriaré la noguera. La tia Baldomera, que iba recogiendo las nueces en una oesta, decia al mismo tiempo: —jAy, Dios mio! ;tened compasién de ml marido! iCierto que @s un bruto; pero Vos hasta de los brutos Sonéls compa= sién! Compadeceds de 4l. El, que oja hablar a su mujer y sospechaba que estaba rezando, repetia con mas furia, mientras azotaba el ramaje: Que quiera Dios, que no quiera, hoy se zurria ja noguera.

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