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6 Presentacién y la Juana”, efc:, soportarian bien el parangén con lo mejor que se haya escrito de este género. } Aunque los publicados aio tras aiio han sido més, se ha creido conveniente hacer una seleccion, y ast han quedado cuarenta y cinco escogidos por el mismo autor, cinco menos que los de EL LIBRO DE PETRO- NIO, de Juan Manuel. Como ellos, llevan explicita o implicita siempre una moraleja, y, como ellos, tienen ese sabor de ingenuidad y de gracia simple, como arrancados de la vena fecunda de lo popular. Muchos ya estaban en el folklore popular navarro, y han sido tratados admirablemente por el autor; pero otros son originales, y quedardén en la memoria del pueblo, sin duda, porque Pepito Reyes es uno de los cuentistas mds populares de Navarra. Navarra, la Navarra de la gracia sumbona de la Ribera, o de esa otra gracia mds cachazuda, mas ana- creéntica de la Montafia, con no sé qué reminiscen- cias de vacas pacificas hurgando en los prados verdes, esta entera en este libro de Pepito Reyes. _ De ahi su valor representativo y especifico. Este es libro de un pueblo. No un libro creado a capricho, no un cajon de sastre de recortes de diversas. proce- dencias, sino un libro con un alma, Y ésta es el alma de Navarra. “Ambos navarros, los de la Montafia y los. de la Ribera, son tenaces, laboriosos y activos. Muy patriotas, amantes de la fiereza, de verndculas tradiciones. Gente seria, formal y enemiga de en- gatos”. (Guia Aguado. Espana y Portugal). . Son precisamente las mismas cualidades que se reflejan en todas las situaciones dramdticas de estos cuentos,; y éste.es su mejor elogio. De su-estilo hemos dicho ya algo. Y cuando mejor