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50 Tolorin Colorado . fierno en fila india, y tu la primera. Educar no es consentir, sino dirigir, encauzar y casi siempre contrariar, y en ocasiones im- poner el castigo; y tu, lejos de castigar, te empefias en con- cederles todo lo que tus hijos te piden, aunque te pidan la luna. Pues observando esa conducta, prepaérate para tener muchos d'sgustos gordos en esta vida y uno gordisimo en la otra. Dofia Blanca ofa estos sermones con la mayor humildad, y se convencia de que a su tio le sobraba la razén, pero no se en- mendaba; porque €n ella, como en casi todas las madres, el corazdn era mas fuerte que la cabeza. ~— ° Acontecié, pues, que en una tarde de verano, estando dofia Blanca con toda su pollada en el Jardin, a la sombra de un platano, contandoles “ouentos tartaros”, 0 cosa asi, rodando la frase de una idea en otra, vino a decirlés por fin, que en no sé qué regién del mundo hay una ave preciosa que se Ilama faisan, y que el faisén es “comida de reyes”. Resuena entonces, como una campanilla, la voz de Elvirita que Interrumpe a su mamé, diciéndola: —Oye, mama (de “tu”, por supuesto) cémpranos un faisan, para que cOmamos nosotros lo mismo que los reyes. Aquella ocurrencia inesperada prendié instantaneamente _ fuego en las cabezas de los otros cuatro hermanos, como la | chispa en la pélvora. Todos ellos comenzaron a pedir, primero moderadamente y luego a gritos, y con la mayor variedad de tonos y formas gra- _ maticales: —jMaméa, cémpranos un faisan! ,Verdad que nos compraras un faisan? —-Yo quiero comer faisén, mama. ;Mama, faisan! —jTréenos un faisan! zVerdad, mamaita, que nos traeras un _faisan para que comamos to mismo que los reyes? La mamé aguanté bastante bien la embestida sin ceder por -algdn tiempo; pero tanto pidieron aquellos diablejos, y tanto : gritaron y tanto molieron en aquella tarde y en varios dias sucesivos (hasta negarse a Obedecer, si no se les traia el 'falsan) que, al cabo, la mama se rindié, y en un viaje que hizo a Pamplona, compré en el mercado un poillito tierno, de treinta y seis meses, poco més 0 menos (raza Legor), lo maté, lo des- cuartizé, lo guisé, lo puso en un vistoso tarro de la China, y al ir Sacando cosas del maletén después de su vuelta, sacé tam-

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