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___ por'Pepito Reyes” 43 MADRID, 27 DE NOVIEMBRE Querido padre: En la plaza de toros de Talavera de la Rei- | na, segun lei ayer en una Revista, un toro (bizco) no. sé si | Miura o Colmenar, embistid inopinadamente contra el famoso | torero Joselito, y de una cornada en el vientre, acabé para | siempre con aquelia gloria celebérrima del toreo. ;Famosa co- gida! Pero la mia ha sido mucho mas grave. i¥o si que soy ahora. el torero con las tripas fuera! ;Per- den, padre mio, perdon y mil veces perdén! ;Soy un mal hijo, un desobediente, un mentiroso y sin vergiienza! Hace quince minutos nada mas he leido su carta. Su ultimo parrafo me ha iluminado como un relampago, me he abalan- zado rapidamente hacia el libro, he soltado ei bramante, lo he . ablerto por “primera vez” (jperdén, padre mio) y he en- contrado entre sus hojas treinta y cinco billetes de cien pe- setas, cantidad abundantisima para sufragar todos los gastos de este curso. 4Creera usted, padre, que mi alegria es com- pleta? Pues no lo es. Ese golpe de carifio suyo me ha des- hecho. Me he maldecido a mi mismo cien veces, HNamandome canalla y perverso, he pataleado, le he pedido a usted perdon, puesto de rodillas en mi cuarto y al fin, he gritado con toda la fuerza de mis pulmones: “zNo habra por ahi alguno que me pegue una paliza?” Ahora comprendo yo el odio que 0s santos sentian contra si mismos, cuando con una luz superior que nosotros no te- nemos, conocian la gravedad dé sus faltas. Porque ése @s él anhelo que siento yo ahora, qus me d®sorecien, que m® escu- pan, que me doblen a palos, y si fuera usted mismo el verdugo, mucho mejor. Pero ya que no me pega usted la paliza, yo mismo me la vOy a pegar. He determinado lo siguiente: Ese benditisimo libro olvidado por mi va a ser este afio uno de mis libros de curso. Al volver a casa en vacaciones usted me examina de él y si en ese examen no saco un sobresaliente como una catedral de grande, haga usted de mi lo que quiera. No me niegue usted ese favor, padre mio. Lo deseo, lo ne- cesito. No es virtud. Es que no puedo vivir sin darie a usted esa satisfaccién, y tomar de mi mismo esa venganza. {AdI6s, padre mio, Adiés! ;Mil Veees péerddén por todo! Su afmo. y arrepéntido hijo que le quitre mucho y le abraza fuertemente, SATURNINO.