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por Pepito Reyes 41 pulos han pagado ya, la patrona empieza a mirarme un poco mas que antes, y de un modo especial y todo esto me pone nervioso y me avergiienza, haciéndome sufrir mucho; acuérdese usted de lo que me dijo en la despedida: “Te doy ahora poco dinero, pero pronto lo tendras en abundancia”. Pues le participo que aquello poco que me did se me ha terminado, y ya no me queda otra perra que una que hay en la porteria y no hace mas que ladrar. Conque a ver qué hacemos, Su afmo. hijo que te quiere y le abraza, SATURNINO, PAMPLONA, 20 DE NOVIEMBRE Querido hijo: Mis sospechas se han convertido en certi- dumbre. Tu carta me ha abierto los ojos. ~Conque por no te- ner dinero, estas nervioso, afligido y apurado? Luego no lees las “Vidas de Santos”. La cons@cuencia es para mi evidente, porque un joven que apacienta su alma todos los dias con Ideas y hechos tan elevados, se eleva 61 mismo también, y no se aflige por una cosa tan baladi como la carencia dé! vil metal. Si te pusieras en contacto con esOs grandes siervos de Dios sentirias verdadero desprecio por todas las cosas de la tierra. ~Crees tu que un San Francisco de Asis, un San Benito, un Santo Domingo de Guzman, un San Ignacio de Loyola, o San José de Calasanz o Santa Teresa de Jestis, 0 el Beato Claret, etc., se apuraron y sufrieron nunca por verse pobres? Al contrario, entonces se alegraban mas porque se veian a si mismos mas parecidos a Jesucristo. Luego tu no los tratas ni los lees, puesto que no te pareceés a ellos, 2Qué se puede contestar a esta argumentacién? Léelos, familiarizate con esos siervos dé DiOs, y veras oémo se calma tu corazén. Yo dinero no pienso enviarte por ahora, porque estoy cierto de que para curarte de ese estado de intranquilidad en que has caido, te basta con ese libro espiritual y preciosi- simo. Tu afmo. padre que te quieré mucho, FERMIN, MADRID, 22 DE NOVIEMBRE Querido padre: zPero se esta usted burlando de mi? .Me esta usted tomando el pelo? Porque eso parece en su Uditima carta, una tomadura de pelo, una verdadera burla de mi situa- cién, ;Lee “Vidas de Santos”! j;Lee “Vidas de Santos”! ;Lee “Vidas de Santos”! Hace cinco minutos he dejado el dichoso libro de la mano, después de leer en el Santo del dia. zPero

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