BCCPAM000R48-1-33000000000000

por Pepito Reyes 37 —~¥ a qué trabajos se dedican Vds.? —Hay de todo, Tenemos tallereés de zapateria, sastreria y carpinteria, Hay también albafiiles, y cultivamos ademas algunos campicos para el consumo del establecimienio; y todo a una sefial del jefe, como tos militares. —~Y diversiones? ~—Pocas y buenas. Alguna partida al dominé’o a las damas, y sobre todo ejercicio al aire libre. Esto es lo que mejor ha cuajado y lo que mas gusta a los asociados. —Pues, amigo mio, me parece que suéfio ai oirle a Wd. Oiga usted, pero... gy las familias? © —Somos solteros, sefior. —zTodos solteros? ~Y casi todos jévenes. —jDemonio! ;¥ hay paz! ~-Mucha; claro que los obreros tienen su geniecito zsabe usted? —Ya, ya. oy ~-Pero cuando alguno se extralimita, el jefe levania el dedo Zeh? dice: ;orden! amigos, ;Orden y paz!, acaten Ja autori- dad, que si no disuelvo el grupo, y cierro el establecimiento. —Pues le digo a Vd., amigo que la noticia que acaba de darme me lliena de asombro. ZY atin dicen los catdlicos que el comunismo es una utopia que es imposible? —gQué ha de ser imposible? No lo es. Claro que es nece- saria terrible energia para Hevarlo a la practica. Pero cuando se da el paso con decisidin y con fuerza, crea Vd. que el co- munismo resulta. ¥ lo tranquilamente que viven los obreros. iNo se podra Vd. figurar! —Que si, que si; oiga Vd., zy tienen el Reglamento apro- bado? ~4Funciona la asociacién con permiso del Gobernador? —~Cémo no? Pero lo que me admira a mi es que viviendo usted en Barcelona no sepa noticia de eila. ZQuiere Vd. ver el Establecimiento? Esta a dos quilémetros de aqui. —~Pues no he.de querer? aunque estuviera a doscientos. Es poco raro el caso. Es un gran triunfo de las ideas socialistas, y un verdadero “mentis” dado al catolicismo. Créame Vd. Pues, nada; enseguida lo va Vd. a ver con sus propios ojos. ; Hablaron luego de cosas indiferentes, de los ultimos tem- porales, del Directorio, del plebiscito, etc, y cuando al llegar a una de las bocacalles, el tranvia sé detuvo, salté e! rubio del vehiculo con la cesta colgada del brazo y dijo al otro: “apéese. amigo, y sigame, que aqui cerca esta el Establecimiento”; y