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por Pepito Reyes 33 té después al sefior Cura, y me dijo que si, que era verdad! Pues zno dice que, después de quitar la Religién, van a dar una ley segdn, y s® van a meter por las casas, pa quitarnos tolo que tenemos y repartirio? De manera que lo que uno ha ganao en tantos afios zahora quitartelo y a repartir? z Esta eso bien? Desde que el mundo es mundo zsa visto otra cosa cOmo ésa? zHay justicia aqui o no hay justicia? zHay vergienza o qué es tO que hay? De manera que nosotros, pinto el caso, que tene- mos... Vuelye, chato. Vuelve, morico. Tenemos nosotros, pongo el caso, ochenta robadas de tie- era, Esas ochenta robadas de tierra, el juntar dinero para ir comprandolas poco a poco, la costau a uno sudar, madrugar y trasnochar y andar muchas veces mal comido y mal bebido y roto y arrastrao. Si sefior; todo eso nos ha costao. Y esta bien que me venga a mi ahora un tio gandul, qué no ha hecho quizé otra cosa en toa su vida que empinar el codo en la taberna y arrascale la tripa a una guitarra, esta bien que venga y me diga: “Oiga usted, tio Roque: usted tiene ochenta robadas de tierra. Hasta ahora toda esa hacienda era suya. Pero los tiempos han cambiao, y ahora tiene Vd. que repartiria por- que lo manda la ley. Desas ochenta robadas, cuarenta que sean pa Vd., y las otras cuarenta para mi. “;Pa tu abuela! le diria yo 2Con que cuarenta pa mi y cuarenta pa tu, eh? ;No te untes!” © que viene otro y me dice: “Tio Roque, veo que tiene usted unos novillos de primera, porque ayer le vi labrando con ellos en El quea, y antes de ayer en Larramburua. Pues la ley de ahora manda que se reparta, y hay que repartir. Voy a Ile- varme yo un novillo, y Vd. quédese el otro con entera liberta”’. “ A otro perro con ese hueso, compafiero!”, le diria yo. “Hom- bre, me dice él, si no me da Vd. el morico, que es el que tira’ mejor, por lo menos deme Vd. el chato”. “;Ni el chato ni el barato. gEntiendes? ;Ni el chato ni el barato! zLos has sudau td? zgLos has trabajau? 4Te has soplau los dedos de frio como me los he soplau yo, apacentaéndolos por el invierno en La Ci- turria, en Eboroin o en Muculuberri? gHas dejado tu la racién muchos dias, como la amos dejao nosotros en nuestra casa, si sefior, pa ir ahorrando dinero, y comprarlos luego de lechales, y tenelos después lustrosos y majos como estan ahora, como dos soles? zNo, eh? Pues ja trabajar, grandisimo holgazan, y @ aguantar la mecha del frio, de la nesecida, del calor y de las sudadas, que asi hemos hecho los demas lo que hemos hecho,
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