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w Colorin Colorado Vuelve, chato. Vuelve, morico. : Pues, sefior, lo que yo digo; el hombre €s a lo que se hace. Por esas zuidades habra hombres de treinta a cuarenta afios que andaran miri miri, miri jay, que me duele esto! ay, que me hace mal lo otro! que, cierra esa ventana! que, prepara el au- tomévil! que ;traime el caldico!, y aqui me tienes a mi, que tengo sesenta y cinco afios zSesenta y cinco? y pué qué sean sesenta y seis... y como de todo, y estoy tan templau, y ando tol dia garriando detras de estas reses , y sin quedarme atras...; en fin, lo mismo que cuando tenia veinticuatro afios... es decir, “» lo mismo, no, quia ;dénde va a parar! ;veinticuatro afios! j¥ ver lo que era yo a los veinticuatro afios! j;qué tiempos aquellos! Cuando iba yo por la calle tocando la mandurria en la ouadrilla del “Tuerto”, con alpargatas valencianas, la faja casi hasta el sobaco, y buen tupé, y una rosa en el ojal del chaleco... iNi las moscas se me paraban a mi entonces encima! 2 Qué valen fos mozos de ahura? ;Ni pa arrimar!... Pero, amigo, 'os afics van palante, y, jclaro! io que sucede, j Para!... si estas yerbicas no las arranca uno del camino, en los caballones te han de salir después. ; Pero de qué mala ralea son las malditas! ; Aida, pequefios!) Pues como decia, la vida se va pasando, pasando... y sin sentir se encuentra uno con que se ha pasao casi toda... Bueno, y que se pase zy qué? Si bien se considera zqué? Atrés, chato. Vuelvye, morico; vuelve majo, vuelve... vuelve... _{Mucho toca padecer en este mundo, y a nosotros mucho nos ha tocau! Mucho, si sefior: hoy, que si !a sequia; mafiana, que la contribucién; después, que las quintas; luego que la gripe... En fin, mucho. Pero lo que yo le digo a la Teodora. zTenemos pan? zTene- mos paz? Pues no te apures, que no nos hace falta mas; y jadelantet... Ademas, que la vida también tiene raticos buenos. Los tiene, si sefior. Pa qué vas a decir una cosa por otra? Ahora yo, por ejemplo, remato la labor y arranco hancia casa, y ya desde lejos me empiezan a gritar los nietos: “Ya viene el! abuelo! ; Abuelo ; Abuelo!” : Llegas, y en un verbo te hace la hija una fogata que paice que arde la casa. Echas un traguico, te templas. y entretanto viene el yerno de la pieza de Arduzia. En seguida descudilla la Ugenia un puchero e patatas mas grande que un pulpito. Nos

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