BCCPAM000R48-1-33000000000000

por Pepito Reyes 239 Y es que el vino de la ribera, que se ha servido a pasto en el almuerzo, le ha enturbiado un poco ta vista, y al querer aplicar los labios al instrumento, casi nunca acierta con el agujero, poniéndolos un poco mas aqui o un poco mas allé de! lugar debido. Asi es que sale alli una musica embrionaria, entre aire y sonido, que es una compasién. Pero hay que per- donarselo todo, lector. Asi termin6 aquella cruenta y animada festividad doméstice. Pero aun ocurrid aquel dia un detaile que no quierc dejar de consignar aqui. Y fué que Evaristo, el mayor de los pequefios, impresionado por el suceso tragico, lo refirid en la escuela a los demas nifios econ grandes ponderaciones y aspavientos; y no contento con eso, se Ilevé a mas de media docena de cilos a su casa después de la clase, y los condujo escalera arriba, hasta la misma puer- ta, tras de la cual yacia tumbado en el suelo y con el vientre vacio el “vencido” de aquella mafiana. Y le decia en voz baja, a cada uno de sus camaradas, mos- trandoselo, aterrado, por el ojo de la cerradura: —;Mialo, Mialo!

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz