BCCPAM000R48-1-33000000000000
184 OColorin Colorado —gHabré en el] mundo un hombre mas desgraciado que yo? imposible, absolutamente imposible. Mire usted que... jcucha- rero, y no poder comer! Hay que decirlo despacitoy tres ve ces. ; Tener por oficio hacer cucharas (cucharas, sefiores, cu- charas).y no hallar ocasién casi nunca de manejar una, para llevarmé cosa caliente a la boca! ;Si esto parece una buria del destino! Treinta y cuatro kilos he perdido en cinco mesés; asi es que no estoy ni para dar migas a un gato. (Pausa). Mejor que yo la pasan sin duda esos frailes que veo ahi en la huerta, desoliando panojas. No sé si comeran pavos trufados, pero que su alimento no es precisamente agua chirle, eso es viejo; por- que estan rojos como tomates maduros, y tienen casi todos la cara lena y redonda como una torta. ;Dichosos ellos! (Pausa). iRecontra!l, exclamé poniéndose rapidamente de pie, como agitado por una idea nu€va; ; pues poco he de poder, si los treinta y cuatro kilos perdidos, no los recobro yo a costa de estos ma- melucos! Y diciéndo y haciendo, avanza acelerado en direceién a la porteria, y se cuelga, mas que tira, del corddn de la campanilla. Casi 6n 6! acto percibe una voz que le dice desde e! visillo: —jAve Maria Purisima! ~—jSin. pecado concebida! Contesta él desde fuera. —Una limosnita, zverdad? No, sefior. No pido limosna. Soy un artista que busca trabajo. Se entreabre entonces la puerta, y aparece en el fondo un _ monje joven, de rostro mofletudo y mirada candida, que, al ver aque! hombre de tan mala facha, casi descalzo, y con el vestido roto por todas partes, le dice: ; —gUsted artista? ~Si, hermano. Artista maltratado por la suerte adversa, pero artista, —ZY qué es lo que hace usted? ~Imagenes. ~glmagenes?, replica el fraile, mostrando alegria repenti- na, que, por ejemplo, San Pedro, San Juan, San Antonio...? $i, hermano; San Pedro, San Juan, San Antonio, Sav Blas, Santa Nicolasa, San Cucufate... en fin, lo que usted quiera. —j;Pues aguardése usted, aguardese! | Siéntese ahi esabe? y espéreme, que al instante vuelvo.° ¥ dicho sto se aleja el monje con pasos precipitados, cas! corriendo, y desaparece én un Angulo del claustro monumental. —j;Esto prende!, exclama el viajero, tomando asiento en ef
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz