BCCPAM000R48-1-33000000000000
por Pepito Reyes 161 tg como si quisiera defender aquel tesoro, para que Ilegara in- tegro hasta su amado hijo. La cesta, que estaba con un pafio de arpillera cosido a los bordes, contenia: tres 0 cuatro kilos de fruta, una botella de vino generoso, una petaca nueva, cuatro docenas de cajetillas de tabaco, seis cigarros puros, Ocho cajas de cerillas, un quilo proximamente, de “magdalenas”, hechas por su misma madre, un jersey, una docena de pafiuelos y una postal. Y la postal, cuya parte decorativa era bellisima, y repre- sentaba a Jesus dando la comunién a un grupo de nifios, habia sido escrita por su hermanita Carmen y decia textualmente lo siguiente: Querido Miguel: Pues ahora te escribo esta postal, porque el padre mafiana se ha de marchar pa verte, y en la cesta pondré ia postal, y muchas cosas, todas pa ti. Pues Miguel, la primera Comunién ya hice, y fué fiesta mucho grande, lo menos cien vélas en el altar, yo vestida de blanco y con de- vocionario de nacar. Pues Miguel zcouando vendras? Yo quie- re que vengas pronto, y también, pa vorte de soldao, pero con fa escopeta de los soldaos no véengas, porque a lo mejor te se dispararaé y mataras a alguno. Dentro de tres dias, el padre vendra, pues td dile muchas cosas, y 6! me las diraé a mi cuando venga. Y dice la madre que hasta el “oerro de la codorniz” le saldremos a esperar. Pues bueno Miguel, yo mucho te quiero, muchisimo, y la madre también, y el padre también mucho. Pues bueno, adios.-CARMENCITA. Acostado en el lecho entonces el hijo desventurado, y mas muerto que vivo por el exceso del dolor no tuvo animo para pasar su vista por la tarjeta de su hermana, pero la leyd, a ruego suyo, el Capelian, delante de muchos soldados los cua- les al escuchar Iloraban como nifios. Porque era espantoso el contraste que formaban el cadaver presente de aquel padre muerto, y las frases de aquel angel que hablaba de todo como si nada triste hubiera sucedido. Terminada la leotura, el Capellan, elevé su mirada a lo alto, y pronuncié estas palabras, arraSados sus Ojos 6n lagrimas: —jOh, Sefior, qué hermoso debe ser e! Cielo que guardas alla arriba para el hombre, cuando tan amargas son las penas que tiene que soportar, antes de Ilegar hasta él!
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz