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150 Colorin Colorado _..¥ a Dios, para quien toda la creacién material no es mas que una finca de su propiedad gle va usted a negar el derecho de matar de vez en cuando algun pajarillo? . (Grandes risas de aprobacién en todo mi auditorio y aplau- sos de uno de los estudiantes. Se lo agradeci yo, como 6ra mi deber, con una inclinacién de cabeza y prosegui): —La ouestién que usted ha planteado aqui, sefior mio, se resuelve facilmente y se explica en dos palabras. Existe Dios, ; Puesto que existimos nosotros, puesto que existen los ateos, que sin un Dios oreador no podrian existir, ni negarle. Existe Dios, y es justo y su justicia se cumple; pero nunca es completa en este mundo. Este es el lugar, no de la justicia, sino dé la paciencia y de la misericordia de Dios. Y igracias que es asi! porque si al pecado siguiera inmediata- mente el castigo merecido zesteriamos ahora donde estamos y F tan tranquilos, yo que hablo y ustedes qué me escuchan? Ei aguarda al pecador y al justo, al primero viéndole gozar a pesar de sus pecados, y al segufdo viéndole padecer, a pesar de sus virtudes; pero cuando llega su hora, que no es la nuestra, sino la suya, da a cada uno lo que merece, con justicia eterna e irre- vocable. --jClaro, claro!, interrumpe nuevamente el aragonés simpa- tico; lo que le digo yo a la Narcisa; probes semos, pero cristia- nos y honraos; y si hay por ahi ricos canallas que disfrutan y ademas nos chupan ta sangre, aigdn dia nos daran a nosotros el premio, si tenemos paciencia, y a ellos les sobaran el cuero, como no se enmienden. zEs esto verdad? zHe dicho algo, si 0 né? —Mucho y bueno y en pocas palabras le respondi. Esa es la teologia de fa vida. . —jAhora todos contra mi! ;Va esta visto, refunfufié el se- fiorén, agitandose en su asiento. - —Pero 26s que no esta usted conforme con estas ideas? le pregunté. —jHombre, pintadas las cosas como ustedes las pintan! —No pintamos nada, amigo mio. Las cosas éstan pintadas ya. No hacemos mas que mostrar ef cuadro. En cualquier escritor : catélico puede usted leer la solucién que de su diflcultad se ha dado aqui. — — Ahi esta el punto! repuso 61, que ustedes no leen mas que ‘a los de su partido. Pero yo leo de todo y a todos, catélicos y anticatélicos, moros y gentiles, cristianos y judios. Y ademas de leer mucho, zsabe usted? He visto mucho y he viajado mucho; porque por razén de mis negocios, tan pronfo estoy en Pamplona REN een ee paneer