BCCPAM000R37-3-47000000000000

Porque, si viniese, yo azuzaría contra él a nues- tro fornido Beltxa (*), y mi brazo armado atrave- saría su corazón. ; Din, dan... Eh, chiquilla dormilona, echa otro tronco al fuego Y tú, feucho de Beltxa, deja a ese gato quieto. Din, dan... Nieva a más no poder. ¡Oh qué tremenda neva- da! Los pajarillos sufrirán ahora hambre y frio! Din, dan... Pero este mi pajarillo, no, de ninguna manera; porque antes le negaré yo el alimento a mi boca. Din, dan... El niño se ha dormido. ¡Me lo comeria a besos! Si hay angelitos en el Cielo, ¡he aqui, he aquí a uno de ellos! Din, dan... II La blanca nieve se derritió al tibio beso del sol; y en cada roca del monte brotó una limpida fuente. Din, dan... Pero vinieron de nuevo las nubes negras y ce- (1) Beltxa: el mastín. 93

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz