BCCPAM000R37-3-47000000000000

za, y aquellos hermosos ojos de cielo se clavaron tiernamente en los míos. Después estampó un beso de fuego en mi frente, y al punto se encendió en mí un horno abrasador y chispeante. Aquellos puros labios hechos con pétalos frescos de lozanas flores, ¡oh!, se juntaron en un dulcísi- mo beso con los míos. Entonces, aquella vívida llama que ardía en mis entrañas subió hasta mi garganta, e incapaz de retenerla dentro, escapó como un torrente de fuego por mi boca. ¡Salve, hermosísima Poesia! ¡Luz radiante del horizonte de mi existencia! ¡Nítida joya, flor loza- na descendida del limpido cielo! Cuando en medio de la triste noche, nueva- mente me cerquen las negras tinieblas de la amar- gura, ven otra vez a consolarme, permaneciendo, amorosa, a mi lado.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz