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XXII!L - La Revista El día 8 de mayo de 1924, festividad de la Virgen de Pompeya, em- pezó a publicarse en este Santuario una nueva revista con el título arriba mencionado. El objeto y fin de la nueva publicación quedan expuestos en su pri- mer artículo, del cual entresacamos los párrafos siguientes: “La publicación de esta revista era una deuda de gratitud, y un de- ber. Una deuda de gratitud que nos mueve a corresponder con ánimo de filial reconocimiento a los beneficios y bondades de la Inmaculada Reina de los cielos.” “Porque son tantos y tan señalados los favores que la Virgen del Rosario ha derramado a manos llenas a lo largo de veinte años en este Santuario, que asombra y consuela. El 2 de junio de 1902 (fecha de la peregrinación primera, presidida por el Excmo. Mons. Mariano Espinosa y su Obispo Auxiliar Mons. Gregorio Romero), fué el punto de partida de este movimiento religioso tan extraordinario que se nota en torno del Santuario de Nueva Pompeya, y que lo ha hecho célebre en toda la Re- pública, y aún en las Repúblicas Sudamericanas. El culto y devoción a la Santísima Virgen del Rosario de Nueva Pompeya, puede y debe decirse, que no es obra de los hombres, no es esfuerzo de los PP. Capuchinos; es obra exclusivamente de la misma Virgen, y ese es el mayor de sus mila- gros. Es Ella la que hace alarde tiernísimo de sus finezas, al dispensar con verdadera esplendidez las gracias y favores más extraordinarios. ¡Cuántas enfermedades ha curado, cuántas necesidades ha remediado, cuántas lágri- 9. “Nueva Pompeya mas ha enjugado, cuántos corazones ha cambiado y cuántas almas ha con- vertido!” “No es este el tiempo ni la ocasión de hacer la historia del Santuario; que, tiempo habrá, Dios mediante, en el transcurso de la publicación de esta Revista, de hacerlo documentalmente. Sólo diremos por ahora, con toda sinceridad y verdad, que la Virgen del Rosario de Nueva Pompeya, constituye uno de los santuarios más visitados de Buenos Aires, o, como decía la voz acreditada del Cardenal Secretario, Mons. Gasparri, al autor del “Devocionario de la Virgen de Nueva Pompeya”: “Es bien conocido del Augusto Pontífice, cómo el Santuario de Nueva Pompeya, situado pro- videncialmente en uno de los barrios más grandes y más populosos de la ciudad de Buenos Aires, se ha convertido en pocos años, gracias al celo y al infatigable apostolado de la ínclita Orden Capuchina, en uno de los centros de mayor devoción de toda la Nación Argentina”. ¿Cómo, en- tonces sus hijos, tan favorecidos de esa Madre celestial, no íbamos a pu- blicar sus maravillas y grandezas?” “Pero además de gratitud, un deber imperioso nos obliga a la publi- cación de la Revista. Los tiempos que atravesamos no son ciertamente halagadores para los sentimientos cristianos. La Iglesia Católica, sus dog- mas, su historia brillantísima, Jesucristo mismo, son negados por espíritus superficiales o atrevidos en nombre de la ciencia, de la cultura, de la ac- tividad intelectual...” “Y la voz de alarma viene desde la Cátedra de la Verdad, por boca e AOS Y, RSE VMNIFAP EAN, Sn SA

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