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XXXI. - El Seminario Seráfico Por decreto del Rmo. P. General de los PP. Capuchinos firmado en Roma el 14 de octubre de 1929, la Misión de Chile-Argentina fué sepa- rada de la Provincia de Navarra y constituída en “Comisariato Provincial”, habiendo sido nombrado su primer Comisario el M. Rdo. P. Andrés de Mendigorría, cuyas dotes de gobierno, son de todos cnocidas, así como su competencia e interés por todo cuanto a la prosperidad de la Orden en la Argentina se refiere. El nuevo Comisariato es un organismo dotado de personalidad pro- pia y con libertad para moverse desarrollando sus propias actividades, una de las cuales, y quizá la más importante, es la de fomentar y cultivar las vocaciones de los argentinos hasta poder llegar a tener todos los sacerdotes y hermanos legos del Comisariato hijos de la Nación. Este es el espíritu de la Iglesia, claramente manifestado en sus cánones y en diversos docu- mentos pontificios. El día 8 de mayo de 1929 inauguróse con toda solemnidad el Semi- nario Seráfico, en el local que, por espacio de varios años ocupó la “Obra de la Conservación de la Fe”, previamente reformado, ampliado y aco- modado al nuevo destino. Mons. Copello, Gobernador Eclesiástico de la Arquidiócesis, bendijo las obras, recorriendo y visitando el nuevo edifi- cio, en compañía del M. Rdo. P. Andrés de Mendigorría y de numerosos y distinguidos invitados, todos los cuales tuvieron calurosos elogios tanto para el edificio, completamente adecuado a las exigencias de la moderna pedagogía en cuanto se refiere a sanidad e higiene, como para el fin no- bilísimo a que se destina, altamente simpático a todo corazón argentino. El Seminario Seráfico, que en la actualidad cuenta con treinta Y dos niños, seguirá funcionando en su actual local; pero, una vez terminados en él sus estudios preparatorios, serán trasladados sus alumuos a O”Hig- gins, donde se está construyendo un edificio de nueva planta, amplio, sano y bien orientado, destinado a la continuación de los estudios de humani- dades, a Noviciado y Coristado. ¡Dios quiera mover los corazones de muchos niños y jóvenes argen- tinos de buena voluntad a fin de que se decidan a alistarse en la milicia seráfica y al mismo tiempo a las almas buenas, para que pregten a obra tan importante todo el apoyo que se merece! 106 —