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Podríamos pensar que la abundancia de estos moluscos es muy grande, compensando de es ta manera su bajo porcentaje de infestación . Habría que admitir un alto poder de supervi– vencia y alta capacidad invasiva de estas cercarias. En la mis– ma quebrada hemos recogido 129 ejemplares de otro peque– ño cangrejo perteneciente a la especie Trichodacty lus may tai Pretzmann, 1976, que estaban parasitados por metacercarias enquistadas gruesas en un cien por ciento de un tremátodo no identificado por nosotros has ta el momento. pero en ningún caso encontramos metacercarias de Paragonimus . Este hecho indicaría, por otra parte , una notabl e especifi– cidad del segundo huésped intermediario de esta especie de Paragonimus y por tanto la capacidad selectiva de infestación de las cercarias de Paragonimus iden tifi cados en Aroapyrgus colombiensis. AGRADECIMIENTOS Esta investigación está incluida en una más amp lia sobre el Ciclo Biológico de la Paragonimiasis en la Región Amazó– nica Ecuatoriana y ha sido patrocinada por la Oficina ecuato– riana de la Organizac ión Panamericana de la Salud . De eo expre sar por este motivo mis agradecimi entos. De igual man era agradezco a los Drs . Alfred E. Small ey y Emile A. Malek, de la Tulane University, por su contribución a la identificación taxonómica de crustáceos y moluscos locali– zados en esta área amazónica. 9