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DISCUSION Por primera y única vez hemos podido identificar redias y cercarias de Paragonimus en Aroapyrgus colombiensis en la amazonía eEuatoriana. Aunque nuestrns datos taxonómicos no son definitivos, por el momento creemos que la especie existente en esta área amazónica corresponde a lo que po– dríamos llamar el complejo P. mexicanus-peruvianus-ecuado– riensis , hasta que definitivamente se confirme su identidad, de acuerdo a las opiniones de Brenes, 1980; Miyasaki, 1980 y 1982, y Yokogawa, 1983 . Se trataría , por tanto, de la primera vez que se ha identificado una infestación natural de moluscos por es ta especie en Perú y Ecuador. Se confirma la muy baja tasa de infestación de Aroapyrgus colombiensis , en nuestro caso del 0,04 2 por ciento, inferior a los datos recogidos para Aroapyrgus costaricensis con Paragonimus mexicanus del 0,2 por ciento (Malek et al., 1975) o Poma– tiopsis lapidaria para Paragonimus kellicotti del 0,54 por ciento (Ameel et al. , 1951). Un fenómeno que llama poderosamente la atención es el poder infectante de estas cercarias. La recogida de molus– cos se realizó simultáneamente a la de crustáceos, en un recorrido aproximado de 400 m ts. en la quebrada QFY. En esta quebrada recogimos en el curso de nuestras visitas 43 8 ejemplares de un pequeño cangrejo , Zilchiopsis ecua– doriensis Pretzmann, 1968, de los que el 97,03 por ciento esta ba parasitado por metacercarias de P. mexicanus (P. pe– ruvianus). No obstante, sólo el 0,042 por ciento de los Aroapyrgus colomb fensis, único hidrobüdo exis tente en el lugar, estaba parasitado por redias y cercarias de Paragonimus . 8