BCCPAM000R16-1-28000000000000

— 62— Después que la Virgen presentó al Niño en el templo se lo llevó a su casa para cuidarlo, alimentarlo, guardar- lo, defenderlo y estar con El hasta que llegara la era de la Redención. Pues lo mismo hace con los niños buenos, hermanos de Jesús y amigos de El, que no le ofenden, sino que procuran serle agradables. La Virgen cuida con cariño maternal esos niños, los defiende contra los demo- nios que quieren perderlos, les enseña cuáles son otros amigos que han de tener para no ahuyentar a Jesús de su lado, y así van creciendo los niños junto al regazo de Ma- ría Santísima y se acostumbran a llamarla madre, y la saludan todas las mañanas y todas las noches; y aunque crezcan mucho y vayan a trabajar o a estudiar y ganarse la vida, procuran estar siempre bajo el amparo de la Vir- gen, se libran del mal y son felices, cuanto puede ser fe- liz el hombre en el mundo, siempre suspirando por la pa- tria celestial, donde verán a Jesús y a María y compren- derán el favor tan grande que les hicieron, guardándolos para la gloria.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz