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== Aclaración literal del texto. El texto evangélico de hoy es la conclusión de una escena casi familiar que se desarrolló en el Templo de Jerusalén, cuando, a los ocho días de nacido Jesús, sy santa Madre lo llevó para presentarlo al Sacerdote y presentarse ella misma con la ceremonia legal de la pu- rificación, todo ello preceptuado en la Ley de Moisés, Ni el Hijo ni la Madre estaban incluidos en la obligación de la Ley; Jesús por ser Dios y por haber nacido de una manera prodigiosa; María, por haber concebido y dado a luz su primogénito de tal manera que su virginidad quedó, no solamente intacta, sino sublimada y realzada de manera que la Virgen Madre podría purificar cuanto a ella tocase. Pero por encima de la Ley de Moisés es- taba el orden trascendental de los designios divinos, se- gún los cuales, comenzaba a revelarse el misterio de la redención del mundo. Cuatro mil años hacía ya que el templo poblado de figuras y de profecías, esperaba la augusta realidad, la entrada de Dios hecho hombre ofre- ciéndose como víctima por los pecados de los hombres: Víctima irredimible, puesto que se ofrecía a cumplir las exigencias soberanas de la Justicia de Dios; Víctima ofrecida amorosamente por la divina Madre que sabía de qué se trataba en aquella ceremonia legal, y que los pequeños dones que pudo ofrecer al Sacerdote, según su pobreza, para rescatar su primogénito, no se devol- vían, sino para una tregua entre la ofrenda y el san- griento sacrificio. La Virgen-Madre, consciente de lo trascendental de su acción, no mira a que Ella quede confundida en-