BCCPAM000R16-1-28000000000000

y voluntades y lo mismo hace la Santa Madre Iglesia en este tiempo de Adviento, preparando a los fieles cristianos a la celebración de las Pascuas de Navidad que es la fiesta de la llegada de Jesús a la tierra, Y como cada uno de nosotros recibe también durante su vida muy particular y realmente al Hijo de María en la santa Comunión, por eso ponemos tanto empeño en que los niños, desde muy pequeños, se preparen a re- cibir esta visita del Rey del cielo, ¡¡Cuánta necesidad tie- nen los niños de esta preparación!! Después de bautiza- dos cuando todavía no tenían uso de razón, y hechos así hijos de Dios, en cuanto comienzan a crecer, a hablar y a discurrir, ya comienzan a manifestar sus malas mañas; a- parecen soberbios, caprichosos, golosos, desobedientes; riñen con tanta facilidad, que por cualquier cosita ya es- tán gritando y discutiendo con sus hermanitos y sus com- pañeros. Para corregirlos y enderezar esos arbolitos tor- cidos la madre les reprende, les castiga; el padre les man- da con severidad, ambos les enseñan el santo temor de Dios. Luego van a la escuela y el maestro prosigue la ta- rea al mismo tiempo que les enseña a leer, a escribir y a sacar cuentas. El sacerdote llega enseguida como pre- cursor de Jesús, que ya va viniendo hacia los niños que se preparan para la sagrada Comunión: aprenden el cate- cismo y la doctrina cristiana y saben por qué han de ser obedientes y humildes y puros y castos y amables y estu- diosos, porque así se hacen dignos de que Dios les visite, Vosotros no sabéis lo que han hecho y hacen los mayores que os quieren bien por enderezaros y limpiar vuestra alma de las zarzas y malezas que crecían y amenazaban ahogarla. ¿Cómo corresponden los niños a estos exquisitos cui- dados?... Sobre todo ¿estudian el catecismo que es como el mapa que señala los caminos por donde Dios llega has-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz