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>, a con los demonios; ahora están muy cómodamente encu- biertos y tapaditos con los buenos entre sombras: ¡¡cuán- tos malos son premiados en este mundo y cuántos pero cuántos buenos son perseguidos!! Pues entonces, separa- ción: Jesús la hará sin piedad para librar a los buenos de tan mala compañía, y mandar a los malos al infierno con Satanás y sus ángeles caídos. Entonces se verá qué bien sabía Dios lo que hacía cada uno en este mundo, cómo no le hemos engañado. Los coros de los ángeles y los coros de los elegidos para la derecha comenzarán a cantar ala- banzas a la Bondad, a la Sabiduría, al Poder y a la Justicia de Dios. Ya habéis oído lo que dice Jesús en el Evangelio: «El cielo y la tierra pasarán, pero su palabra no pasará» se cumplirá exactamente. Cuando veais por tanto, en los dias de Navidad a Jesús Niño, tan amable, tan condescendíente, que viene humilde y amoroso a bus- carnos, para hacernos de los suyos, haceos luego amigos de El, pero amigos de verdad; nada de engañarle, pues El sabe bien quienes son los suyos; y así, el día terrible que tiene destinado para pasar revista a sus discípulos y separarlos de quienes no lo son, vosotros seréis recono- cidos por el divino Juez. Separaos ahora de los malos; no tiene gracia querer vivir en este mundo revuelto con los perdidos y pretender después juntarse con los elegi- gidos. Con estos hemos de vivir en la tierra durante la vida y después por la eternidad en el cielo. Amen.