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> A dE fás, y de la seguridad con que afirmó «que el Padre le había entregado la suprema magistratura de las gentes y la pública manifestación de quienes fueron suyos por el amor y por la obediencia». Quedará en fin rehabilita- da la Iglesia militante, gloriosamente unificada la Igle- sia triunfante y fuera del Reino los que no quisieron en- trar a tiempo en él. Así acabará la gloria de este mundo y comenzará la del otro, siendo a todos patente la sen- tencia que cada uno habrá oído en el momento de su muerte fijando su eternidad. Sigamos por tanto la invitación amable del Evan- gelio: seamos optimistas en nuestra vida cristiana y le- vantemos nuestra mirada ante el anuncio del día glorio- so de nuestro Redentor y Maestro a quien adoramos ahora en la humildad de su nacimiento en Belén y en las sombrías humillaciones del Calvario. NOTA Creo oportuno prevenir que es muy conveniente leer el tex- to del Evangelio en lengua vulgar a los niños, antes de la peque- ña explicación que aquí se pone. Con ello se evitan repeticiones oratorias y los niños saborean las sagradas páginas en toda la sublime sencillez que las caracteriza, Además, para fijar mejor las ideas contenidas en el texto y en su explicación, los Sres. Párrocos, Catequistas, Maestros o instructores que se sirvan de este libro, sintetizarán el punto tra- tado en cuatro o cinco preguntas, exigiendo la contestación preci- sa de Jos niños, sea individualmente o en coro. No se ponen aquí las preguntas, primero, por no alargar el texto: y segundo porque, este recurso eminentemente pedagógico ha de adaptarse en lo posible, a la calidad de los pequeñuelos y a su preparación, por nadie mejor conocidas que por su Párroco instructor o maestro.