BCCPAM000R16-1-28000000000000
pe todos creemos y cuya doctrina teóricamente todos acep- tamos y defendemos. No deberíamos tener la ipreten- sión de que el fenómeno religioso interno, producido en nosotros por la virtud de la Fe, dominara siempre los vaivenes de la vida de manera que, en plena luz perpetuamente, anduviéramos como pretendía Simón Pedro en el Tabor; sino aceptar las alternativas de la vida real y en cada situación difícil, ante el cumpli- miento del deber, ante la tentación que nos solicita, an- te los anhelosos interrogantes que la vida nos propone a cada paso, fiarnos de Dios, verlo presente como tes- tigo incorruptible de nuestra vida y sostenedor amoro- roso de nuestros esfuerzos con su divina gracia. Tal es el buen cristiano y tales son los que en las horas de prueba colectiva saben rendir públicamente el homena- je de su fe a Jesucristo, nuestro Señor y Maestro. No podemos rehuir la prueba, pero ella nos purifica y nos separa definitivamente del mundo que desconoce a Dios.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz