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. pa A A A E A “e eN y E Y A O aa Explicación para los niños El último milagro obrado por Jesús, resucitando a su amigo Lázaro, que hacía cuatro días estaba enterrado y putrefacto, había rodeado su nombre de magnífica gloria: todos deseaban ver al autor del prodigio; los habitantes de Jerusalén sentían entusiasmo por quien mandaba así a la muerte y era obedecido. Por esto cuando se supo, pocos días después, que el Señor bajaba de Betania y di- rigía sus pasos a la Ciudad Santa, todo el pueblo se puso en movimiento para recibirlo triunfalmente como acabáis de oirlo contar al Santo Evangelio. Ya habréis advertido que los niños formaban el grupo mas numeroso y bullicio- so, y eran los que con mas bríos cantaban el Hosana al Hijo de David. Entre las aclamaciones de la muchedum- bre entró pues Jesús en el Templo, dentro del cual sus enemigos los escribas y fariseos se mordían de envidia al oir los gritos del público, al que se sentían inferiores, sin poderle tapar la boca. Cuando se fué calmando el vocerío, ellos, muy hipócritas, se acercaron al Divino Maestro y, entre escandalizadosy medrosos, le advirtieron que no convenía aquel bullicio: que hiciera callar a los niños y al pueblo entero que lo aclamaba; alo que Jesús respondió tranquilamente, «que si los niños callaran y el pueblo, las mismas piedras publicarian sus glorias,» lo cual se verificó al pie de la letra tres días después, cuando aquel pueblo voluble, sobornado por sus príncipes y sacerdotes judíos, no tuvo valor para defender la inocencia y santidad del

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